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Título del juego

Sanar a través del juego: Cómo Espantos podría transformar la salud mental de mujeres y niñas indígenas en Colombia

Indigenous women collecting water

En las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, una lucha ancestral se encuentra con una innovación audaz y culturalmente arraigada. En el territorio indígena periurbano de Narakajmanta, más de 5.000 mujeres, niñas y personas LGBTI+ han cargado durante mucho tiempo con la responsabilidad de recolectar agua para sus comunidades—una tarea que cada vez más las expone al peligro, el trauma y el aislamiento emocional.

Una asociación innovadora entre Environmental Women ORG y los creadores de Espantos: The Game propone reescribir esa narrativa. A través de una versión culturalmente adaptada del juego, co-diseñada con familias locales, el proyecto exploraría cómo las herramientas digitales arraigadas en la memoria colectiva y la sanación simbólica podrían contribuir significativamente a la salud mental y la resiliencia familiar.

🌊 Una Crisis que Comienza en el Borde del Agua

Para las mujeres y niñas indígenas en Narakajmanta, el viaje diario para recolectar agua puede extenderse hasta 2.500 metros a través de terrenos inseguros. Estos caminos no son solo físicamente exigentes—son espacios donde la violencia de género, incluyendo el acoso y la agresión, es una amenaza siempre presente.

Informes internos sugieren que al menos el 60% de estas recolectoras de agua han experimentado violencia durante estas travesías. Pero el trauma no terminaría allí. Podría seguirlas a casa—hacia el silencio, la vergüenza y la desconexión. Las hijas podrían regresar emocionalmente retraídas. Las madres, ellas mismas sobrevivientes o testigos de violencia, podrían carecer de las herramientas emocionales para apoyarlas. Lo que comienza como una crisis estructural podría manifestarse como rupturas en el vínculo familiar—erosionando la confianza y profundizando el dolor intergeneracional.

🎮 Espantos: Una Respuesta Cultural a Heridas Invisibles

Espantos no se ofrecería como un producto, sino como una medicina relacional. El juego, que explora el miedo, la memoria y la resistencia desde una perspectiva latinoamericana, se adaptaría colaborativamente con la comunidad para convertirse en un puente cultural y emocional entre generaciones.

Game level with Narakajmanta symbology

Co-diseñado en talleres participativos con 50 parejas madre-hija, el juego Espantos adaptado consistiría en 5 niveles simbólicos, cada uno vinculado a un valor comunitario clave:

  • Confianza
  • Memoria
  • Protección
  • Palabra Compartida
  • Reciprocidad

Cada sesión podría convertirse en un espacio seguro—no solo para jugar—sino para imaginar nuevas formas de hablar, nombrar el miedo y comenzar a sanar juntos.

🧠 Salud Mental Sin Clínicas: Un Enfoque Centrado en la Familia

Los servicios convencionales de salud mental a menudo permanecen inaccesibles o culturalmente desconectados de los territorios indígenas. Espantos, sin embargo, no requeriría diagnósticos, internet o intervención externa. Funcionaría sin conexión, en dispositivos básicos y en múltiples idiomas, incluyendo español y dialectos indígenas.

La intervención incluiría:

  • 6 sesiones de juego guiadas durante un período de 3 meses
  • Ser facilitada por 300 jóvenes capacitados de la comunidad
  • Priorizar el diálogo madre-hija como punto de partida para la recuperación emocional

En este modelo, el hogar familiar se convierte en el espacio primario de cuidado—no a través de terapia profesional, sino a través de la reconexión, la imaginación y el juego.

📈 Lo que Podría Cambiar: Impactos Anticipados Más Allá de la Pantalla

Si tiene éxito, el piloto podría generar cambios significativos en cómo las comunidades entienden y abordan el bienestar emocional:

  • Hasta el 65% de las familias participantes podrían reportar mejoras en la comunicación emocional y la confianza mutua
  • Las narrativas simbólicas del juego podrían convertirse en herramientas para discutir experiencias previamente innombrables
  • Más de 20 escuelas indígenas y centros comunitarios podrían adoptar Espantos como un recurso educativo y emocional permanente

Estos resultados proyectados sugerirían no solo un cambio de comportamiento—sino el surgimiento de una respuesta de salud mental culturalmente arraigada y propiedad de la comunidad.

Indigenous community in Narakajmanta

🧑🏽‍🤝‍🧑🏽 Liderado por la Comunidad por Diseño

Lo que distingue a esta iniciativa es su liderazgo. Los facilitadores serían jóvenes mujeres indígenas y jóvenes LGBTI+, capacitados no solo en los aspectos técnicos del juego, sino en facilitación intercultural y acompañamiento emocional.

Su presencia podría asegurar que Espantos no sea impuesto—sino co-propiedad, adaptado a realidades locales y sostenido a través de estructuras comunitarias.

💬 Lo que Podrían Decir

Antes, mi hija llegaba a casa callada y asustada. Después de jugar juntas, podríamos hablar. Reiríamos. Podría comenzar a sanar con ella.

— Madre de Narakajmanta, 37 años

El juego podría ayudarnos a decir lo que nunca nos atrevimos a decir. Me sentiría segura mostrando mis sentimientos a mi mamá.

— Niña indígena, 13 años

No sería solo un juego. Podría ser nuestra medicina digital—nacida de nuestro propio dolor.

— Facilitador juvenil en formación, 22 años

🚀 Próximos Pasos

Environmental Women ORG y sus aliados prevén que, si tiene éxito, el proyecto podría escalar para:

  • Alcanzar 5.000 familias indígenas en Colombia rural y periurbana
  • Ser traducido a 3 idiomas indígenas adicionales
  • Informar políticas nacionales sobre bienestar emocional culturalmente sensible

🧩 Pensamiento Final

Espantos podría no ser una intervención clínica—pero podría ser un espacio de reparación, de diálogo intergeneracional y de supervivencia emocional. En territorios donde el miedo ha moldeado el silencio, este juego podría ofrecer algo poderoso: la oportunidad de jugar, de hablar y tal vez—de sanar.